Buenas tardes, después de unos días de
inactividad ( por motivos de salud), hoy voy a escribir una receta de una fusión
entre un plato típico de Cádiz y unos productos de mi tierra, os hablo de las
tortitas de camarones, que este verano tuve el placer de probar en Sevilla en
un bar de tapas muy típico ( estaban buenísimas). En mi receta he cambiado los
camarones por capellans (o lirios) y pimiento de pericana seco que le dan un
toque más personal y a su vez uso producto de mas proximidad.
La verdad es que la combinación de
ingredientes me sorprendió pues los capellans en salazón y asados a la llama junto con los ajos y los pimientos
secos le dan un sabor sorprendente.
Ingredientes:
100 gr de harina de garbanzo.100 gr de harina de trigo.
100 gr de agua.
2 ajos.
1 capellán
1 pimiento de pericana (secos).
Sal
Aceite de oliva.
Lo primero que hacemos es asar el capellán
y los ajos al fuego con unas pinzas para no quemarnos, tenemos que ir girándolos
para que no se quemen. Una vez los tengamos, limpiamos el capellán de espinas y
lo picamos a cuchillo junto con los ajos para hacer pequeños trocitos,
reservamos.
El pimiento lo vaciamos de semillas y
lo cortamos también a trocitos pequeños.Si no encontramos harina de garbanzos, la podemos hacer triturando bien los garbanzos y luego tamizándolos.
Cuando tengamos todos los ingredientes
preparados, los mezclamos todos juntos en un bol (menos el aceite de oliva) y
vamos removiendo bien hasta obtener una masa homogénea.
Tradicionalmente de fríen al momento
en aceite de oliva, pero yo probé otra manera para poder hacerlas más finas y
crujientes y poder tenerlas para cuando queramos.
Cogemos una bandeja que quepa en el
congelador, ponemos en el fondo un trozo de papel sulfurizado y añadimos la
masa de las tortitas, cogemos otra hoja de papel y la ponemos encima. Con la
ayuda de un rodillo vamos estirando la masa por toda la bandeja hasta dejarla
bien repartida y fina, metemos la bandeja en el congelador y la dejamos
congelar. Una vez este congelada, la sacamos un par de minutos y con la ayuda
de un corta pastas vamos cortándola, una vez lo tengamos la volvemos a meter en
el congelador.
Para cocinarlas ponemos en sartén alta
aceite de oliva en abundancia y lo calentamos a 180 grados, cuando el aceite
este caliente sacamos las tortitas y las desmoldamos, vamos friendo hasta que
queden doradas y crujientes dándoles la vuelta. Las sacamos y las ponemos en
papel absorbente, podemos salar al gusto.
Y ya las tenemos, ya me contareis si
os gustan, seguro que sí.
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